Si Dios un día... después de muchos
permitiera ponerte frente a mí,
aunque sólo pueda sostenerme con un bastón,
aunque sólo pueda ver a través
mi oído,
aunque el agua me parezca arroz,
aún así te reconocería,
aun así te amaría.
Lo que no sé
es si tenga fuerzas para dar un paso,
para mirarte sin que se humedezcan mis ojos,
no sé si pueda extender mis brazos para abrazarte,
porque no sé si me alcance el suspiro para alcanzarte.
Si te tuviera frente a mí,
no sé qué haría,
te amo tanto
que no soportaría una partida más.